Durante el último año y medio, una histórica ola de levantamientos y revoluciones ha sumido a la mayor parte del mundo y han logrado legitimar el poder de la no violencia más que nunca desde la caída de la Unión Soviética. Mientras los tunecinos empezaban la agitación global no violenta, Erica Chenoweth y María Stephan daban los últimos toques a su reciente libro Por qué funciona la resistencia civil, el cual debe ser una lectura obligada para quien esté interesado en la dinámica de los éxitos y fracasos de estos movimientos.
En lugar de confiar únicamente en los casos de estudio y pruebas anecdóticas para establecer el propósito del poder y el potencial de la acción no violenta, sus estudios catalogaron sistemáticamente numerosas campañas de resistencia violenta y no violenta desde 1900 -una colección de datos de 323 casos en total- es una tentativa para llegar a una comprensión mayor de la eficacia comparativa entre estos métodos diferentes de lucha. Después de recoger minuciosamente toda esta información y hacer cálculos descubrieron – aún para su propia sorpresa- que las campañas no violentas fueron casi dos veces más eficaces como las campañas armadas durante el siglo pasado.